Cualquier agente aplicado sobre la piel (tópico) tiene dos componentes: una base o vehículo y un principio activo.
Las bases tiene por objeto transportar el principio activo dentro de la piel para hacerlo llegar donde se necesita. Las bases normalmente se hallan compuestas por polvos (usualmente oxido de zinc, calamina etc.) o líquidos (alcohol o agua, aceites y grasas (por ejemplo parafina) los cuales pueden mezclarse entre sí para producir suspensiones, cremas o pastas.
- Lociones. Una loción puede ser cualquier líquido simple o una suspensión de polvos en un líquido (en este caso debe ser agitada). Después de su aplicación el agua se evapora y deja el polvo inerte sobre la piel. Debido a tal evaporación, las lociones poseen una acción refrescante. Se aplican primordialmente en las partes húmedas del cuerpo y donde hay vello. También en la boca (como un enjuague) y en el cuero cabelludo. Pueden aplicarse con un pincel o simplemente con la ayuda de una gasa o algodón. No hay que olvidar que deben de agitarse antes de aplicarlas. Hay que tener en cuenta, sin embargo, las reacciones alérgicas que pueden aparecer (por su excipiente).
- Tinturas. Las tinturas son soluciones alcohólicas o hidroalcohólicas que al evaporarse enfrían y secan la piel al igual que los nebulizadores y aerosoles.
- Ungüentos y Pomadas. Los ungüentos constituidos por gotas de agua suspendidas en aceite o en una base inerte (vaselina). La lanolina es una de las grasas más utilizadas en su elaboración. Los ungüentos tienen una consistencia untuosa a temperatura ambiente y son insolubles en agua. Las pomadas contienen una base acuosa (lo que las hace de más fácil aplicación). Las pomadas gracias a su frotamiento desaparecen de la piel. pudiendo producirse reacciones alérgicas por sus excipientes.
- Cremas. Las cremas son una mezcla de un ungüento con agua (su consistencia varia según la proporción). Una emulsión de agua en aceite da lugar a las cremas propiamente dichas (cold cream). Una emulsión de aceite en agua da lugar a la llamadas “cremas evanescentes” las cuales penetran en la piel al ser frotadas y se mezclan muy rápidamente con el agua.
- Geles. Los geles son emulsiones semisólidas transparentes e incoloras en un líquido que al ser frotadas sobre la piel se vuelven líquidas y desaparecen dejando una fina película invisible. Se pueden aplicar, como alternativa a las lociones, hasta en las zonas pilosas del cuerpo.
- Linimentos. Los linimentos son mezcla de polvo, grasa y agua a los que seles han añadido diversas sustancias activas. Son refrescantes.
- Polvos. Habitualmente entran en su composición talco y oxido de zinc. Poseen una acción higroscópica, absorbiendo la transpiración. Se aplican con ayuda de un nebulizador de polvos.
- Pastas. Se componen de una suspensión de polvos dentro de un ungüento (vaselina generalmente). Se utiliza como vehículo de agentes terapéuticos. Para retirar los restos de pasta pueden utilizarse vaselina o aceite vegetal. Son difíciles de aplicar y no se extienden fuera del sitio escogido. Para su colocación en el lugar elegido se utiliza regularmente una espátula o mano enguantada. Se emplean cuando se desea aplicar una sustancia química sobre una área particular sin contaminar la piel normal circundante.
Respecto a sus “ingredientes activos” hay que citar en primer lugar los esteroides tópicos los cuales son de gran utilidad en las lesiones inflamatorias de la piel. Pueden clasificarse, (según su potencia) en poco potentes, moderadamente potentes, potentes y muy potentes.
Otro ingrediente activo (aunque no es muy utilizado) es el alquitrán aunque el hecho de ser de color marrón y maloliente hace que no sea del agrado de los pacientes.
Los agentes queratolíticos se emplean para remover las queratosis en gran variedad de lesiones de la piel.
Los antibióticos son también utilizados como ingredientes activos en la terapia tópica. Sin embargo su carácter sensibilizarte de la piel (produciendo lesiones alérgicas de contacto) hace que no sean muy utilizados en la terapia tópica. Los antibióticos tópicos solo se utilizan en infecciones muy superficiales que desaparecerán en cuestión de días (impétigo por ejemplo).
Los agentes antimicóticos tópicos pueden dividirse en dos grupos: aquellos activos contra los dermatofitos y los activos contra las levaduras.
¿Qué cantidades de aplicación se consideran correctas?
Un gramo de crema es suficiente para tratar una zona de 10x10cm (100 cm2). Una cantidad similar de ungüento cubriría una zona de entre el 5 y el 10 % superior a la tratada por la crema.
Se ha establecido la “unidad dactilar” que equivale a la cantidad de un ungüento procedente de un tubo con un orificio de 5 mm de diámetro que se puede aplicar en la punta de dedo índice (0,5 gr). Tal unidad ha de servir para tratar una superficie equivalente a la palma de sus manos planas y con los dedos juntos.
¿Cómo hay que aplicarlas?
En primer lugar antes de aplicar cualquier preparado hay que limpiar la piel y dejar que se seque. Si se tuviera que aplicar por segunda vez hay que procurar retirar los restos de la anterior producto, limpiar la piel y dejarla secar.
Ciertos productos conviene protegerlos con un apósito oclusivo (lo indica el prospecto).
La interrupción del tratamiento tópico puede llevarse a cabo a los 7 días si la lesión no mejora (por perdida de su acción o riesgo de aparición de efectos adversos). Hay que vigilar los cambios en las lesiones así como la aparición de reacciones adversas al tratamiento y avisar rápidamente al dermatólogo.
Consejos ante su aplicación…
- No frotar si no se aconseja lo contrario.
- Aplicar pequeña cantidades.
- Respetar la frecuencia de las aplicaciones.
- No poner cantidades excesivas.
- Aplicar en el sentido del pelo.
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