- Ninguna parte del mismo debe ser lo suficientemente pequeño para que si se desprende pueda ser ingerido por el niño.
- Los botones y los ojos de los muñecos de peluche deben estar bien sujetos para que no puedan ser arrancados y correr el riesgo de que el niño pueda ponérselos en la boca e ingerirlos. A la vez el relleno de los muñecos de trapo ha de estar bien protegido (cosido) para qué no pueda salirse.
- Comprobar que los juguetes sean ignífugos (es decir protegidos contra el, fuego).
- Aquellos juguetes que se arrastran con cuerdas hay que tener presente que éstas sean cortas.
- Los disfraces deben ser confeccionados con materiales ignífugos..
- Vigilar que el juguete siempre se acompañe del manual de instrucciones (con el idioma del país que se expende.
- Procurar que los juguetes estén siempre limpios.
- Procurar que en caso de jugar con un cometa éste no se eleve junto a torres eléctricas.
- Procurar que el envase del juguete sea seguro.
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Los ftalatos también llamados plastificantes son compuestos químicos que se utilizan para ablandar el plástico principalmente en la fabricación de juguetes y en artículos de puericultura. El riesgo de los ftalatos consiste en que si un niño mastica cualquier juguete que los contenga éstos pueden absorberse a través de la mucosa bucal existiendo el riesgo de que den lugar, principalmente en bebés varones, a ciertas de anomalías genitales y a ciertas alteraciones de los niveles hormonales. Últimamente han sido retirados del mercado ciertos juguetes que contenían cantidades superiores a las permitidas.
Se consideran “juguetes de arrastre y empuje” aquellos que van provistos de ruedas y llevan normalmente un palo o artilugio para que el niño pueda tirar o empujar de ellos.
Los juguetes constituyen una fuente de estimulación durante el desarrollo del niño debiendo ser adecuados para su edad y no significar ningún riesgo de accidente.
