En el transcurso del llanto (o en ocasiones antes de él)  producido tras un golpe, enojo o capricho ( por frustración de no conseguir lo que quieren) es frecuente que el niño  detenga momentáneamente su respiración por espacio de unos segundos y  presente cierta rigidez, coloración azulada de sus labios o manos y en ocasiones hasta pérdida de conocimiento durante unos segundos. A  tal episodio se le conoce como “espasmo de sollozo”.

La mayoría de las veces  el espasmo de sollozo tiene lugar por la tarde o por la noche, momento en que el niño por su cansancio diurno se irrita con mayor facilidad,  siendo frecuente su presentación en niños pequeños (3-4 años) completamente sanos. El hecho de que se conozca su origen  y no tener consecuencia de ninguna clase  hace  que no sea  necesario llevar a cabo maniobra alguna en caso de presentarse.

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