El comúnmente llamado testículo retenido o alto es una anomalía que afecta a uno de cada 30 niños recién nacidos. Los testículos se desarrollan antes del nacimiento en la cavidad abdominal para descender luego a las bolsas o escroto. Cuando uno o los dos testículos no descienden tal anomalía es conocida con el nombre de criptorquidia o testiculo escondido
La criptorquidia es pues la falta de descenso de uno o ambos testículos al escroto (bolsa que contiene las glándulas sexuales masculinas). Estadísticamente tal anomalía se presenta en el 1-2 % de los niños nacidos a término y se hace patente durante el primer reconocimiento que el reumatólogo lleva a cabo en recién nacido (siendo mas frecuente en los prematuros).
En estos casos el testículo o testículos quedan retenidos en el abdomen o en el canal inguinal. Sin embargo la mayoría de testículos retenidos acaban por bajar espontáneamente en el transcurso de los tres primeros meses. Si a los seis meses aun no ha bajado ya no lo harán aunque hasta cumplir el año no puede considerarse esta situación como definitiva. En estos casos ha de llevarse a acabo una intervención quirurgica llamada “orquidopexia” (antes de los dos años) que consiste en una pequeña incisión inguinal para conducir el testiculo a su lugar definitivo. Sin embargo antes de proceder a la cirugia puede intentarse entre otros al tratamiento hormonal (gonadotrofinas) para lograr hacerlo descender.
Por otra parte es muy frecuente que los niños mayores de un año presenten los llamados testículos retráctiles o en ascensor. Ello ocurre debido a un reflejo muscular llamado reflejo cremastérico que retrae los testículos, dando lugar a que unas veces puedan palparse en el escroto y otras veces no. En un intento de estimular estos testículos para que desciendan hacia el escroto pueden administrarse preparados hormonales que estimulan la producción de testosterona (sin embargo parece ser que al dejar tal tratamiento hormonal los testículos vuelven a ascender). Los testículos retráctiles no requieren tratamiento quirúrgico, aunque en algunas ocasiones se deben fijar al escroto debido a la tendencia que tiene de sufrir lo que se llama “torsión testicular”, que se presenta con dolor intenso y enrojecimiento del escroto. Es una urgencia que requiere tratamiento por un cirujano Infantil, ya sea distorsionándolo manualmente o bien mediante cirugía
La palpación de los testículos fuera de su sitio habitual (escroto) es a menudo muy difícil (testiculo ectópico) y debe hacerse una ecografía para localizarlo.La ecografía es un procedimiento indoloro y a la par que muy efectivo. En algunas ocasiones, los testículos se encuentran en el abdomen por lo que se deben localizar quirúrgicamente, Esto se realiza mediante técnica laparoscópica, introduciendo una cámara de vídeo en el abdomen para visualizar el testículo e intentar el descenso hasta el escroto por la misma vía.
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