La falta de control del esfínter anal en los niños da lugar (si persiste después de la lactancia o en el caso de reaparecer posteriormente por falta de tal control) a que se presente la evacuación involuntaria de sus heces conocida en la terminología médica como “encopresis”.
En muchos casos la “encopresis” es debida a un estreñimiento crónico que da lugar a una incontinencia fecal por rebosamiento. En otras ocasiones es la base de ciertas patólogas digestivas o psíquicas (retraso mental, autismo etc.).
El tratamiento de la “encopresis” tiene por objetivo primordial el prevenir el estreñimiento y estimular el habito defecatorio. Desde el punto de vista alimentario es conveniente en estos niños administrar fibra, la ingesta suficiente de agua y la supresión de lacteos con el objetivo de favorecer el paso de heces mas blandas. El empleo de laxantes suaves para restablecer la correcta función intestinal y la adquisición de hábitos defecatorios correctos es importante en estos casos.
En caso de no tener éxito con el tratamiento habitual se requieren tratamientos más específicos.
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Los juguetes constituyen una fuente de estimulación durante el desarrollo del niño debiendo ser adecuados para su edad y no significar ningún riesgo de accidente.
Las vulgarmente denominadas “orejas de sopillo”, “orejotas”, etc. son debidas a que al crecer en exceso los cartílagos de la oreja éstas quedan muy separadas de la cabeza (mas de 20 mm). Tal defecto que, en la mayoría de los casos afecta a los dos orejas a la vez, da lugar a verdaderos traumas infantiles (por las bromas por parte de los compañeros ) lo que puede llegar a tener graves consecuencias psicológicas. Sin embargo una simple intervención (otoplastia) puede corregir totalmente este problema.
Normalmente una vez preparado el biberón puede guardarse en la nevera unas doce horas antes de que lo consuma el bebé. Ahora bien, guardar el resto del biberón medio consumido no es aconsejable (si bien existe un máximo de unas dos horas).
Es evidente que en los bebés la higiene correcta de sus ojos, eliminando la presencia de las típicas legañas puede evitar la aparición de ciertas infecciones oculares.
