Los llamados ganglios linfáticos son estructuras redondas menores de un centímetro que se extienden por todo el organismo siendo su función de tipo defensivo (luchar contra todo tipo de gérmenes).
En ocasiones los ganglios linfáticos aumentan su tamaño haciéndose palpables lo que se conoce como adenopatías. Ahora bien en el caso de que ello sea debido a la presencia de una infección se le conoce como adenitis (lo que precisa cuidado y tratamiento adecuado). Sin embargo la presencia de una adenopatía (en el cuello o ingle) habitualmente suele ser normal en los niños, no significando exista infección alguna.
Si por el contrario la adenopatía es debida a la presencia de una infección (las adenopatías en el cuello, por ejemplo, indican una infección en la garganta o una herida infectada cercana) es preciso el tratamiento del proceso causante de ello.
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