Los bebés no deberían estar expuestos a ambientes con mucha luz. Para evitar tal inconveniente hay que situarlos (tanto si están estáticos como durante el paseo diario) de tal manera que se impida que la luz impacte de lleno en sus ojos. Si el paseo cotidiano coincide con un día soleado una sombrilla adaptada a su cochecito es suficiente para ello.
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