Las plantas de interior son seleccionadas en el momento de su compra por su aspecto, color, forma y también por su prestigio cultural y exótico, Sin embargo no se tiene en cuenta el riesgo que pueden significar sus hojas, flores y sus frutos, ya que si por cualquier motivo los niños llegan a masticarlas e ingerirlas y son tóxicas pueden poner en grave peligro su salud.
Ahora bien si se tienen en cuenta una serie de pequeños consejos es posible reducir y hasta eliminar el riesgo de que un niño pueda llegar a intoxicarse al masticas e ingerir o cualquier planta que este presente en su casa.
Antes de comprar una planta para colocarla en casa es preciso tener en cuenta en primer lugar los siguientes consejos:
1. En primer lugar proceder a su identificación correcta:
Es fundamental el identificar la planta que se va a colocar en el hogar, es decir conocer el nombre de la misma (nombre botánico, no por sus nombres comunes)ya que ello supondrá saber de entrada si la planta es potencialmente tóxica o por el contrario no lo es.
Sin embargo, al ser difícil acordarse del nombre botánico de la planta (en latín), el secreto en estos casos está á en apuntar tal nombre con tinta indeleble (ya que el sol puede decolorarlo) en un colgante que puede colocarse en el tallo o en alguna rama de la planta. La persona que le ha vendido la planta, por otra parte, puede darle el nombre de la misma (aunque existen multitud de libros sobre plantas que pueden ayudarle en su identificación).
El nombre botánico de una planta consta generalmente del género y la especie. En ocasiones va acompañado del nombre del “botánico” que la persona que la descubrió. Otras veces los nombres botánicos van acompañados de una “X” (en estos casos se trata de una especie hibrida es decir resultado de un cruzado hibrido).
No hay que olvidar que una planta puede tener diferentes nombres comunes según las regiones y en ocasiones el nombre puede referirse a dos o tres plantas diferentes. Es por esta razón que la identificación correcta de la planta es conveniente se haga siempre por el nombre botánico.
2. Investigar que plantas son tóxicos y cuales no lo son:
Otra cuestión a tener en cuenta es conocer si la planta que piensa colocarse en casa es tóxica o no. Para ello basta informarse consultando los libros editados al respecto, preguntando al florista que se la vendió o llamando al Centro de Información Toxicológica (91 -562 04 20) quienes le informarán sobre el particular.
3. Colocarlas en un lugar seguro de la casa:
Una vez ya conocido el nombre botánico de la planta y su potencial toxico hay que proceder a decidir donde se coloca en el hogar.
En este caso es preciso considerar tres situaciones:
- Plantas que por su toxicidad no deben colocarse en hogares en los que haya niños.
- Plantas que pueden colocarse en hogares con niños pero teniendo la precaución de colocarlas fuera de su alcance.
- Plantas que pueden colocarse con seguridad en hogares con niños.
4. Estar preparado para cualquier emergencia:
Tanto los padres como las personas que están al cuidado de los niños deben estar preparados, para que en el caso de que éstos hayan ingerido una planta tóxica, saber que hacer en aquel momento.
En estos casos es imprescindible saber la manera de provocar el vómito y tener a mano el número de teléfono de su pediatra, del Centro de Información Toxicológica y del Hospital más cercano.
5. Hay que enseñar a los niños que nunca deben comer plantas que no sean comestibles:
No todas las plantas que han sido consideradas ausentes de toxicidad son seguras puesto que un niño puede ser alérgico a ellas o existir la posibilidad de que provoquen reacciones adversas en un momento determinado. Puede también existir la posibilidad de que se hayan equivocado en considerarla segura y que no lo sea. Así pues es importante enseñar a los niños (cada padre a su manera) que no deben de llevarse a la boca aquellas plantas que no sean comestibles.
Pero, ¿qué debe hacerse en caso de que el niño haya ingerido una planta tóxica?
- En primer lugar guardar la calma.
- Extraer los restos de la planta de la boca para su posterior identificación (la aparición de los primeros síntomas de intoxicación puede ayudar al diagnóstico).
- Averiguar la cantidad y la parte de la planta ingerida (tallo, frutos hojas etc.) y si se ha ingerido una o varias plantas a la vez.
- Identificar, si es posible, la planta (si se ignora el nombre de la planta deben consultarse aquellos libros al respecto o consultar con el jardinero.
- Contactar con el pediatra o con el Centro de Información Toxicológica (91-562 04 20) y seguir sus instrucciones.
- Trasladar al niño al Centro Hospitalario más cercano sin olvidar llevar los restos de la planta ingerida y los máximos datos sobre la intoxicación.
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