La primera medida a tener en cuenta ,y de sentido común, para que el bebe no se caiga desde cualquier altura es el no perderlo nunca de vista estando en el cambiador, encima de la cama o sentado en la trona…
Hay que tener en cuenta que el bebé a partir del segundo o tercer mes puede hacer movimientos bruscos en un momento dado (desde darse la vuelta y girar sobre si mismos) y acabar en el suelo. Es por esta razón que cuando se le esta cambiando hay que tener a mano todo lo necesario para ello y en caso de tener que desplazarse a buscarlo hay que llevarselo consigo, puesto que un solo instante de distracción es suficiente para que se de la vuelta y se caiga .
Una vez que el niño descansa ya en la cuna hay que tener sempre en cuenta la altura de su baranda. Es pues el momento (en caso de que el niño pudiera saltar por encima de la misma) colocar alrededor de la cuna una serie de cojines para amortiguar la caida en caso de producirse.
Las caídas de la trona son frecuentes en los bebés, razón por la que es importante abrochar debidamente los cinturones de seguridad y procurar que no levante la bandeja y pueda deslizarse por debajo de ella. Es conveniente al comprar una trona que su base sea ancha para evitar que los movimientos del bebé puedan llegar a volcarla.
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junio 7th, 2012 a las 16:18
Es fundamental el tema de los cinturones y enganches de seguridad, sobre todo en sillas de paseo y tronas.
Para golpes leves tipo "chichón" conviene tener un stick de árnica como Arnidol en la nevera, para aplicarlo frío cuanto antes.
Lo ideal sería no tener que usarlo, claro, pero es una idea reconfortante a tener en cuenta.