Se consideran “juguetes de arrastre y empuje” aquellos que van provistos de ruedas y llevan normalmente  un palo o artilugio para que el niño pueda tirar o empujar de ellos.

Se considera que la edad óptima para empezar a utilizarlos, por parte de los niños, es hacia los 18 meses y la ventaja que ofrecen son el que  ayudan a estimular la marcha y la orientación espacial, así como a  coordinar el caminar, el tirar y el empujar.

En los vehículos sin motor el niño se sienta encima de ellos y avanza utilizando sus pies (imitando a las personas mayores conduciendo). En estos casos y como precaución es importante que las ruedas de los mismos (para su estabilidad) sean grandes).

Normalmente tales juguetes imitan la forma de coches, motos o animales) llevando algunos de ellos un soporte en su parte trasera como si fuera un correpasillos.

El niño puede utilizar tales juguetes a partir de los 12 meses recorriendo la casa de un lado a otro y también (bajo vigilancia) en pleno  aire libre.

El hecho de que el niño controle su desplazamiento en tales juguetes (arrastre y empuje y vehículos sin motor) sin utilizar sus pies le  confiere una confianza en sí mismo.

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