Es de todos conocido que el uso del “chupete” proporciona al bebé un placer similar al de mamar a la vez que le ayuda a conciliar el sueño, lo tranquiliza y le satisface su deseo innato de succión. Sin embargo su uso no se recomienda en las tres primeras semanas de vida ya que puede confundir al bebé a la hora de tomar el pecho materno.
En cuanto a su seguridad debe comprobarse que el chupete sea de una sola pieza, tenga sus bordes redondeados, una anilla o pasador que permita extraerlo de la boca, una tetina menor de 3,3 cm., una base de al menos 4,3 cm. con orificios laterales para facilitar la respiración (antiahogo) y sea flexible para evitar roturas (después de su uso hay que asegurarse que la tetina no haya sido dañada por los dientes del pequeño).Por otra parte el chupete ha de adaptarse a la boca del bebé provocando su mínima apertura, no debiendo ejercer presión alguna sobre el paladar y adaptarse a la forma de la lengua.
Existen diferentes tipos de chupete a saber: los de “látex “y los de “silicona”. Los de “látex” tienen cierto gusto característico y no se rompen fácilmente (por ser flexibles y por tanto resistentes, elásticos y de color entre ámbar y amarillo). Sin embargo tienden a hincharse con facilidad y absorben los olores razón por los cual han de sustituirse más a menudo.
Los de “silicona” son de material blando y elástico, no absorben los olores ni los sabores (inodoros e insipidos) siendo suaves al tacto, transparrntres ,fáciles de limpiar y no se deforman ni decoloran a pesar de su uso continuado (es decir son resistentes y duraderos).
Respecto a la forma de la tetina los hay de diferentes formas y tamaños. Aquellos de forma “anatómica” imitan la forma del pezón y se adaptan mejor a la anatomía de la boca del bebé ( parece ser que aseguran el desarrollo natural del paladar infantil). En niños adictos al chupete es mejor optar por esta tetina (más pequeña y menos peligrosa para la dentición). Los de forma de “cereza” o de forma esférica son más clásicos. Ahora bien por su gran volumen pueden causar ciertas malformaciones. Los que tienen forma de “gota” (similares a una gota de agua) son ovalados y no deforman el paladar. Es importante señalar que la base de la tetina es conveniente que impacte lo menos posible sobre la boca y mandibula del bebé y que preopicie a la colocación correcta de la lengua.
Los chupetes deben llevar “una anilla de seguridad” para retirarlo y sujetarlo en cualquier momento as como una ” capsula protectora” que mantiene la tetina esterilzada y protegida por la suciedad. Todos los chupetes deben cumplir con las normas reconocidas de seguridad
La utilización del chupete por encima de los dos años puede dar lugar al desplazamiento del maxilar superior hacia delante (comúnmente llamado protrusión o mordida abierta) lo que da lugar a que al cerrar la boca los dientes superiores no coincidan con los inferiores pudiendo ello repercutir posteriormente en la masticación y en la pronunciación. Por otra parte hay que señalar que los bebes que usan con asiduidad el chupete suelen ser más propensos a las infecciones de oído debido a que segregan más saliva.
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