En sus primeras semanas de vida el bebé duerme casi todo el día. Hacia el año descansa una hora por a mañana y dos por la tarde. Al llegar a los dos años el niño sigue necesitando esa siesta cuya duración oscila entre una y dos horas. A partir de los tres años los niños aun necesitan un rato de siesta.
El descansar un rato después de comer parece tener muchas ventajas. Una de ella es que ayuda a recuperar las energías perdidas por la mañana. La media ideal de la duración de la siesta está entre una o dos horas.
El lugar más idóneo para la siesta es la cuna o la cama, aunque algunas veces los niños la rechazan. En estos casos puede recurrirse a la colchoneta hasta que el niño entienda que la siesta y el sueño son dos cosas diferentes.
Varios son los consejos que pueden darse a los padres para favorecer la siesta a saber:
- Horas fijas. No conviene que los niños empiezan la siesta demasiado tarde, ya que luego les costará más irse a dormir.
- Es preferible que no sobrepasen un máximo de dos horas.
- La habitación debe estar a media luz para así diferenciar el sueño diurno del nocturno.
- Hay que esforzarse para que a siesta sea un acto placentero. Nunca debe ser un castigo.
- Los niños han de aprender a conciliar el sueño solos, sin embargo los padres puede acompañarlos durante un rato o leerles un cuento hasta que este relajados.
- Si duermen fuera de casa es preciso se lleven algo que les sea familiar (la almohada por ejemplo).
- Si el rechazo a la siesta es motivado por un exceso de sueño nocturno es preciso que duerma menos por la noche.
Republished by Blog Post Promoter