La “cuna” es el lugar donde el niño pasara más tiempo en sus primeros años de su vida ya que luego ésta será sustituida por la cama infantil. Aunque habitualmente el bebé se traslada a la cuna alrededor de los tres o cuatro meses aproximadamente (cuando las paredes del moisés son demasiado bajas para garantizar una protección suficiente), muchos padres la utilizan desde el nacimiento hasta que el niño cumpla los dos o tres años es decir, hasta que el bebé es lo suficiente mayor para dormir en la cama.
El diseño de la cuna ha de ser sencillo, de formas lisas y redondeadas y sin bordes afilados o aristas que puedan en un momento dado lesionar al bebé. Pero sin duda alguna la cuna ha de ser amplia, cómoda, confortable y sobre todo segura ya que las caídas suelen ser el accidente más frecuente en el que los bebés se ven involucrados.
En cuanto a su ubicación en el cuarto infantil hay que señalar que la cuna debe colocarse preferiblemente en una esquina o rincón de la habitación (para asegurar que el bebé disfrute de un sueño tranquilo y para evitar las corrientes de aire) y si es posible sobre una alfombra antideslizante. Sin embargo, otra opción es situarla en el centro de la habitación para ampliar el campo de visión del bebé. Lo que si es realmente importante es que la cuna sea visible desde la puerta de la habitación yel cambiar periódicamente su orientación.
No hay que olvidar que la cuna no debe colocarse nunca debajo de cualquier ventana, expuesta a la luz directa , junto a cualquier puerta (ara así evitar las típicas corrientes de aire) , cerca de un radiador de calefacción (para evitar el calor excesivo) o aparato de aire acondicionado y debajo de estanterías o de cualquier elemento colgante (cuadros por ejemplo). Cuando el niño empieza a ponerse de pié es preciso rodear la cuna de cojines con el fin de amortiguar el golpe en el caso de que el niño consiguiera, a pesar de todo, saltar por encima de las barandillas y caerse.
De entre las diferentes clases de cunas hay que destacar las de viaje o plegables las cuales son de gran utilidad por su fácil transporte a la hora de viajar o ir de vacaciones, tanto por su ligereza (ya que algunas de ellas su peso no sobrepasa los 9-10 kg.) como por su facilidad en montarlas y desmontarlas (algunos modelos se hallan provistas de ruedas).
Existe gran variedad de cunas plegables destacando hecho de que en caso de que ser hinchables solo se tarda unos 6 minutos en tal maniobra y el que los dos laterales (cuatro paredes de la cuna) están confeccionados con una red transparente para poder ver al bebé mientras duerme, contando todas ellas con un colchón estrecho. Sin embargo hay que hacer hincapié en que este tipo de cunas no pueden sustituir a las habituales (típicas) por estar expresamente diseñadas para un uso temporal y no prolongado. Ciertos modelos de cunas plegables son tan compactos que una vez plegadas tienen las dimensiones de una maletita.
He aquí algunas especificaciones sobre cómo debe ser una cuna:
En cuanto a la cuna:
- La cuna debe estar fabricada con materiales no tóxicos y sus ángulos redondeados:
- El espacio entre barrotes debe ser entre 4,5 y 7,5 cm. (promedio de 6,5 cm.) para que la cabeza del bebé no pueda quedar atrapada entre ellos.
- La altura entre el borde superior de la cuna y la base del colchón debe ser como mínimo de 60 cm. y cuando el lateral móvil este bajado no debe superar los 10 cm..
- El somier debe ser sólido, rígido e indeformable.
- El colchón no debe ser blando sino rígido, confortable y uniforme (de muelles, fibra natural o sintética) y bien ajustado contra los laterales de la cuna para que no queden huecos.
- No emplear almohadas hasta que cumpla el año. En edades posteriores la almohada debe ser de escasa altura.
- Es conveniente que el fabricante incluya las instrucciones claras de su montaje y un certificado de que cumple las normativas europeas de seguridad.
En cuanto su utilización:
- Nunca acostar al niño en la cuna boca abajo por el peligro de muerte súbita.
- Cambiar la orientación de la cuna de vez en cuando para que el niño no vea siempre lo mismo.
- No dejar el niño solo con el lateral bajado de la cuna pues puede caerse con facilidad.
- Tener precaución que los juguetes que cuelgan de un lado a otro de la cuna, así como con las bolas, cintas, cuerdas o juguetes de plástico colgados de la misma estén fijos y los suficiente altos.
- Los móviles de encima de la cuna del bebé deben estar fijos. No olvidar retirarlos cuando el niño cumpla cinco meses o cuando ya se sienta.
- Colocar protectores bien atados que rodeen toda la cuna por completo y chichoneras en la cabeza de la cuna .
- Fijar las sabanas de la cuna con pinzas elásticas que impidan que el niño se destape o evitar el peligro de asfixia.
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