Las adherencias balano-prepuciales en el pene del niño (impidiendo que el prepucio se retraiga) son muy frecuentes en los niños y, en ocasiones, desaparecen por si solas. Ahora bien, si persisten o el anillo prepucial es muy estrecho puede aplicarse una pomada a base de corticoides (siempre por indicación del pediatra) durante uno o dos meses para intentar que vayan desapareciendo. En caso contrario hay que pensar en una pequeña intervención quirúrgica.
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