Subir y bajar escalones, trepar y encaramarse es una experiencia en el niño que le ayuda a perfeccionar el sentido del equilibrio y a la vez fortalece tanto su musculatura abdominal como la de sus extremidades inferiores proporcionándole una seguridad en si mismo.
Ahora bien, tal acto debe ser controlado por la madre para evitar caídas. Es preciso en estos casos colocarse detrás de él para vigilar y ayudarlo a que no pierda el equilibrio tanto en el acto de subir como de bajar.
Sin embargo, todo ello debe acompañarse colocando una barrera de seguridad en los escalones para evitar que una vez instruido en tal habilidad no se lance a subir y bajarlos por su cuenta.
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