Los inhaladores y nebulizadores…

La administración de fármacos por vía inhalatória (principalmente corticoides) en forma de aerosol contribuye a la mejora de aquellos niños con enfermedades obstructivas de las vías aéreas, consiguiéndose un efecto rápido y a la vez eficaz al actuar sobre el aparato respiratorio.

Los “inhaladores” son aparatos que contienen en su interior aquellos medicamentos o principios activos adecuados para hacerlos llegar rápida y directamente a las vías respiratorias gozando de una serie de ventajas sobre la medicación convencional tales como requerir una dosis menor de principio activo, disminución de los efectos secundarios, reducido tamaño (lo que facilita su transporte) y el poder disponer de ellos en cualquier momento y lugar.

Una de las ventajas de los inhaladores es que las dosis a administrar son siempre las mismas y su limpieza es sencilla. Ahora bien, tienen el inconveniente de una falta de coordinación entre la respiración que debe llevar a cabo el paciente y el disparo o puesta en funcionamiento (es decir utilizarlos correctamente). Es por esta razón que tales inhaladores deben requerir cierta técnica correcta para llevar a cabo su misión terapéutica siendo el principal cometido de los padres el enseñar a sus hijos como llevarla acabo.

Actualmente se dispone de muchas presentaciones de inhaladores entre ellos los inhaladores de contenido presurizado los cuales pueden ser convencionales, activados por la aspiración, acoplados a cámaras para la inspiración o a cámaras de inhalación.(beclometasona, beclometasona/salbutamol, budesonida), de polvo seco (cromoglicato…), de polvo seco Turbuhaler con sistemas de dosis única o multidosis los cuales se activan mediante la inspiración del paciente (budesonida, formaterol/budesonida, terbutalina) y de polvo seco Accuhhaler (fluticasona).

Los inhaladores de contenido presurizado convencional están formados por un dispositivo cilíndrico metálico que contiene el fármaco, una válvula de dosificación para liberar una dosis controlada en cada presión y un contenedor externo de plástico.

Entre las ventajas que cuentan los inhaladores de contenido presurizado hay que destacar su pequeño tamaño, dar lugar a una dosificación exacta en cada presión y el que se acoplan perfectamente a las cámaras de inhalación. Sin embargo requieren un entrenamiento adecuado por parte de los pacientes por dificultad en coordinar la pulsación con la inspiración y tener en cuenta lo que respecta a su mantenimiento (limpieza del cartucho etc.).

Las cámaras de inhalación son unos dispositivos que se acoplan al cartucho presurizado con el objetivo de mejorar la inhalación de los fármacos que se administran con tal cartucho presurizado (por lo que resultan muy cómodos) siendo de diferentes tipos (volumen pequeño, mediano (para los pacientes pediátricos) y de gran volumen (para los adultos)

Entre las ventajas de las cámaras de inhalación hay que señalar que no es necesaria la coordinación en la pulsación y la inspiración, facilitar la distribución pulmonar del medicamento, no requerir grandes esfuerzos inspiratorios y poder adaptarse a ellos una mascarilla. Entre los inconvenientes están su tamaño y el que se necesita cierto entrenamiento para su uso..

 

Modo de empleo de los inhaladores presurizados

  • Destapar el envase y colocarlo en posición invertida y agitar.
  • Colocación en la boca ajustando fuertemente los labios al extremo de la boquilla.
  • Tomar aire por la boca.
  • Iniciar una inspiración y activar a continuación (a los 1-3 segundos) el dosificador.
  • Completar hasta llegar a la inspiración máxima lentamente.
  • Estar más de 10 segundos sin respirar y luego retirar el dosificador de la boca.
  • Expulsar el aire lentamente.
  • Esperar al menos un minuto hasta llevar a cabo una nueva administración.

 

Consejos en cuanto a su limpieza y mantenimiento…

  • No exponerlos a temperaturas elevadas.
  • No utilizarlos bajo otras posiciones que no sean las correctas.
  • Limpiar (extrayendo el cartucho) con agua y jabón.
  • Evitar que quede agua en su base.

 

 

Los Nebulizadores

Los nebulizadores consisten en la liberación de medicamentos en forma de aerosol para el tratamiento de las enfermedades respiratorias (dispersión de pequeñas gotas dentro de una nube de gas que facilita su inhalación a través de una mascarilla o boquilla).

Los nebulizadores están limitados a aquellos medicamentos que solo están disponibles en forma líquida y cuando es necesario administrar dosis altas de los mismos por vía inhalatoria. A la vez se utilizan en aquellos pacientes que no son capaces de utilizar correctamente los sistemas de inhalación.

Por los que se refiere a sus ventajas hay que señalar entre otras que requieren menor colaboración por parte del paciente y permiten administrar varios medicamentos a la vez. Sin embargo requieren más tiempo de administración, presentan mas efectos secundarios y necesitan una fuente de energía externa.

 

 

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