Volver a Portada
EDUCACIÓN MATERNAL




Puericultura Tigex
Cambios físicos y psicológicos en el embarazo

La gestación lleva implícita una serie de cambios físicos, funcionales y psicológicos compatibles con la salud los cuales suelen variar según el período en que se presentan…

 

Primer trimestre

En general el primer trimestre es el peor del embarazo por lo que se refiere a las molestias  que  se presentan en este periodo (las cuales suelen ceder generalmente hacia la 17ª-18ª semana). Es en el “primer trimestre” y más o menos hasta las 13ª semana de gestación cuando la mujer empieza aumentar ligeramente de peso (por acumulación de grasa en abdomen, espalda brazos y muslos), sin embargo  el mismo es más bien escaso y en ocasiones nulo (tanto por no comer los suficiente como por los vómitos que se presentan en esta etapa). Son manifiestos ,a la vez en este periodo tanto el aumento del tamaño de los pechos  (producido por los altos niveles de hormonas estrógenos, progesterona y prolactina) como su sensibilidad (evidente con tan solo el roce de la ropa) . Es conveniente en estos casos llevar unos sujetadores que no opriman los pechos y que permitan su transpiración.

Es hacia el  final del segundo mes en que las areolas mamarias se agrandan y se oscurecen siendo muy frecuente la aparición en esta zona de pequeños bultitos denominados tubérculos de Montgomery (glándulas sebáceas que protegerán la zona durante la lactancia). Por otra parte también aumenta la pigmentación de los pezones agrandándose y volviéndose mas sensibles y eréctiles. Puede también observarse cierta pigmentación de la zona que se extiende desde el vello pubiano hasta el ombligo denominada “línea nigra” (más intensa en las mujeres morenas  con la particularidad de que se acentúa al tomar el sol). Tal pigmentación se aclarará meses después del parto sin dejar huella alguna.

Es típico en este primer trimestre (aunque  puede aparecer en cualquier momento del embarazo) la aparición  en la cara  (a nivel de la frente, mejillas, labio superior y en ocasiones cuello y antebrazos) del llamado “cloasma”  o aumento de la pigmentación en forma de manchas oscuras  (por acumulo de melanina en la epidermis) siendo los máximos responsables de ello una máxima sensibilidad de la piel a los estrógenos y la reiterada y máxima exposición tanto al sol como a otras fuentes artificiales de luz (UVA, solárium etc.) razón por la que deben usarse cremas de alto factor de protección para salir a la calle. Entre otras alteraciones de la piel hay que citar la piel seca y el acné (en este caso hay que consultar previamente con el ginecólogo antes de llevar tratamiento alguno).

Es frecuente a la vez que en las primeras semanas la futura madre presente bruscas alteraciones del humor, se halle cansada (sin deberse a ningún problema de salud), nerviosa  (estrés e inseguridad emocional) y llore sin motivo alguno o  por el contrario experimente irritabilidad, gran euforia o alegría y duerma más de lo habitual (aunque la ansiedad por el desarrollo del embarazo puede perturbarlo).Tal labilidad afectiva es debida a las modificaciones hormonales que tienen lugar en este periodo (aumento de la progesterona).

Es probable, a la vez en este primer trimestre que disminuya su apetencia sexual tanto por el cansancio, la somnolencia, las nauseas (molestas típicas de este trimestre)  y el  temor a dañar al feto que esta gestando (aborto). Hay que señalar en este caso que salvo contraindicación expresa del medico el sexo es compatible con el embarazo En esta etapa la comunicación con la pareja puede ser de gran ayuda.

Como medidas preventivas en este periodo de tiempo es conveniente que la embarazada no haga muchos esfuerzos, practique deportes de riesgo, deje de fumar, abandone el alcohol y no tome medicamento alguno sin haber sido recetado por el médico. A la vez su alimentación debe ser equilibrada y sobre todo saludable. También es conveniente durante este primer trimestre  que la embarazada  se acostumbre a dormir de lado.

 

Segundo trimestre

Durante el “segundo trimestre” (sin duda la mejor etapa del embarazo para la mayoría de mujeres) las molestias de las primeras semanas (nauseas matutinas y cansancio) suelen desaparecer y se instaura  (por los elevados niveles de progesterona) un periodo de plenitud y bienestar emocional.

Por otra parte su abdomen aumenta de tamaño llegando al útero a la altura de la línea del ombligo lo que desplaza ligeramente el hígado y el diafragma dando lugar a ciertas molestias o trastornos tales como ardores, acidez, estreñimiento y hasta sensación de ahogo. Su cintura se  ensancha y casi desaparece (lo que da lugar a dolores de espalda), sus caderas se redondean y sus senos se empiezan a preparar para la lactancia. A la vez sus pezones se  hacen más sensibles segregando ciertas gotas de un líquido amarillento  llamado calostro.

Es manifiesto en este estadio un incremento del  apetito (con los típicos antojos) por lo cual debe vigilarse el consiguiente aumento de peso razón por la cual la embarazada debe controlar en todo momento su alimentación.

Ello hace que se propicie la aparición de estrías (diminutos desgarros o roturas fibrilares de las capas de tejidos que se hallan bajo su piel cuando ésta se estira mas allá de sus limites) por romperse las fibras de colágeno dando lugar a pequeñas cicatrices horizontales que se localizan en sus mamas, piernas,  cintura, abdomen y también en sus muslos y glúteos  en forma de líneas rojas que se aclaran hasta alcanzar un color blanco. Tales estrías  precisan para su reducción o eliminación la aplicación (1-2 veces al día) de cremas especiales antiestrías o cremas muy hidratantes especialmente preparadas   para intentar tal fin. Si la cosmética no funciona hay que recurrir  a otros tratamientos.

Por otra parte para evitar que se reseque la piel es importante beber por lo menos 1-2 litros de agua al día. La vitamina C al fabricar colágeno mantiene la piel en forma (en la dieta  alimenticia no puede faltar el kiwi, la piña, el tomate o el pimiento).

Es durante el quinto mes cuando se perciben ya movimientos fetales (esporádicos e irregulares) pudiendo palparse a través del abdomen materno algunas partes del bebé (cabeza, codos etc.) lo que da lugar a cambios emocionales en los futuros padres. Sin embargo los cambios que se producen en lo que se refiere a su aspecto su físico propician  en la embarazada ciertos sentimientos contradictorios.

Al final del sexto mes ciertas embarazadas pueden percibir ciertas contracciones uterinas (denominadas de Braxton Hicks) esporádicas, no dolorosas e irregulares de unos 30 -40 segundos de duración las cuales son definidas como una sensación de distensión abdominal con la particularidad de que suelen desaparecer cuando la mujer cambia de postura.Tales contracciones dan luga cierto desconcierto.

En  este estadio  es conveniente y muy positivo comenzar cuanto antes las sesiones de educación maternal (procurando que el padre asista a las mismas participando de forma activa) pues tanto el compartir inquietudes con otras embarazadas como la relación con expertos profesionales refuerza la sensación de estabilidad y adaptación que caracteriza tal periodo. En esta etapa suele recobrarse de nuevo el apetito sexual  (aumento de la libido) al desaparecer las molestias del primer trimestre lo que enriquece la vida sexual de la pareja.

Es importante utilizar en este trimestre un sujetador especial para embarazadas y dormir de lado (es indiferente sobre el lado derecho o el izquierdo).

 

Tercer trimestre   

El “tercer trimestre” y en particular las largas ultimas semanas, se caracteriza por ocupar en sus primeros planos ciertos cambios tanto físicos como emocionales.

El útero al aumentar de tamaño desplaza los órganos vecinos dando lugar a molestas tales como acidez, ardores desagradables estreñimiento, hemorroides, varices e hinchazón de los tobillos (edemas maleolares debido a la retención del líquidos). Es típico de este estadio el que la embarazada aqueje dolor de espalda y le cueste mas moverse.  A la vez, debido al aumento de peso de la parte delantera de su cuerpo (abdomen)  se altera su centro de gravedad lo que le obliga  a andar arqueando su tronco hacia atrás  y forzar la musculatura lumbar para poder  mantener el equilibrio.

Es también normal es este trimestre que por la presión que ejerce la cabeza del feto sobre la vejiga urinaria la gestante necesite ir mas a menudo al baño de lo considerado normal (micción frecuente). A todo ello se añade la incomodidad para dormir (la futura madre se siente torpe y cansada y el encontrar una postura cómoda es complicado), el percibir taquicardias (latidos cardiacos con mayor frecuencia de lo habitual), dificultad para respirar (por estar el diafragma oprimido por el útero), necesidad  imperiosa de mover las piernas (razón  por lo es conveniente en estos casos el ejercicio físico dando diariamente un paseo de media hora como mínimo) y debido a que sus senos ya están preparados para amamantar al bebé presentan pequeñas perdidas de leche (calostro).

Por otra parte las relaciones sexuales en este periodo suelen disminuir por disminución de la libido y por el temor de provocar el parto, (sin embargo no son  perjudiciales y suelen liberar ansiedades mejorando la elasticidad y flexibilidad  de los músculos del periné).

Es también normal en este trimestre (a partir de la 34 semana mas o menos) que la embarazada continúe percibiendo esporádicamente la presencia de ciertas  contracciones de ensayo que endurecen ligeramente el abdomen (denominadas de  Braxtón Hicks) las cuales si no remiten es preciso consultar con la matrona para comprobar que el cuello uterino se esta modificando (borrando) y a la vez  se produzca un aumento de flujo  o secreción vaginal debido al mayor riego sanguíneo de la zona genital para lubricar el canal del parto (en caso de que  tal secreción cause mal olor hay que comunicarlo al médico pues podría tratarse de un infección vaginal).

La sensibilidad  de la  futura madre (ansiedad y angustia)  en éste periodo aumenta de nuevo por la responsabilidad que se avecina siendo los consejos de los profesionales vitales para afrontar la llegada del bebé con mayor tranquilidad y superar  temores. Es este el momento en que el padre debe prepararse psicológicamente para ayudar a su pareja en el  parto  proporcionándole afecto y atención.

Es a la vez en estas últimas semanas  cuando la futura madre siente  el deseo de realizar una intensa actividad (ganas de ordenar, limpiar, fregar toda la casa ante la llegada del bebé (lo que se conoce como “síndrome del nido”) el cual hay que procurar racionalizarlo y controlarlo para que no se sienta agotada y cansada por el  esfuerzo que significará el parto.  Parece ser que tal síndrome es considerado como una señal de que el parto esta cerca  habiéndose relacionándolo con un descenso de la progesterona y un aumento de la oxitocina (hormona responsable de las contracciones).

A partir del sexto mes es conveniente y se aconseja que la embarazada duerma sobre el lado izquierdo (apara evitar la presión sobre la vena cava) con las piernas medio flexionadas y con un cojín entre ellas

A la vez es también conveniente que  no permanezca mucho tiempo de pié sin punto de apoyo (ya que su cuerpo tendería a arquearse hacia atrás)  manteniendo las piernas elevadas cuando esté sentada (unos 30 grados en relación al suelo).En caso de  apoyarse en la pared debe hacerlo con la parte inferior de la espalda  no con la superior. Es mejor no moverse mucho, renunciar a los zapatos de tacón y las botas puesto que comprimen la pantorrilla y usar ropa cómoda. Hay que tener cuidado con las comidas para no aumentar de peso. Es conveniente en estas últimas largas semanas  que la embarazada varíe sus hábitos de trabajo, relaciones sexuales, haga ejercicio (son convenientes los paseos diarios) y disminuya sus tareas del hogar.