En el momento en que el adolescente se siente fracasado en sus estudios todo se viene abajo puesto que en el fracaso escolar todos los estamentos sociales se ven salpicados, teniendo efectos colaterales en ellos mismos, en sus padres y demás familiares, maestros y en la colectividad en general.
Es preciso señalar que las repercusiones del fracaso escolar son más importantes en los chicos que en las chicas, debido a que las expectativas laborales discriminando los sexos, son mayores en los varones que en las hembras y por esta razón se sienten más afectados los padres cuando es el hijo y no la hija quien fracasa en la escuela.
Por otra parte todo ello se agrava pues los progenitores suelen adoptar distintas posiciones al respecto. Así el padre muestra cierta hostilidad hacia el adolescente fracasado al contrario de la madre que opta por una sobreprotección. Sin embargo todos ellos se sienten impotentes, resentidos y culpables del fracaso de su hijo.
Por otra parte el adolescente fracasado sufre una degradación de su propia imagen y se deteriora su comunicación con el entorno familiar produciéndole gran ansiedad y tendencia depresiva lo que le conduce a un progresivo desarraigo familiar (evitar estar en casa) y a la búsqueda de otros recursos en la calle (para matar el tiempo) dedicándose a actividades que no son, a menudo, las mas convenientes.
Por lo que respecta a la escuela y a los maestros el fracaso del alumno representa una denuncia frontal a las estructuras escolares y a la función que se espera de la institución docente. El maestro sufre una disminución de su propia valoración como profesional y como persona puede reaccionar hostilmente descalificando al alumno fracasado y a sus padres. Así pues en este gran descalabro estudiantil no hay un único responsable pues varios son los protagonistas del drama.
Republished by Blog Post Promoter