Es conveniente que el paso del moisés a la cuna así como trasladar al bebé a su propia habitación se realice siempre de manera simultanea, para evitar de esta manera  situaciones nuevas que podrían alterar el sueño del bebé.

Lo ideal es que el bebé duerma en su propio cuarto antes de cumplir los ocho meses y siempre que tal traslado no coincida con otros aspectos o necesidades tales como el destete o algún proceso o enfermedad.

Es conveniente dejar la puerta de su propia habitación entreabierta para así oír su llanto en caso de presentarse y a la vez tener en cuenta que debe pasar cierto tiempo para que el bebé se adapte a su nueva situación.

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