Es evidente que siempre ha existido una presunta relación entre la lactancia artificial con los típicos cólicos y la otitis media del lactante. Hoy en día, afortunadamente y gracias a ciertos estudios científicos existe pleno conocimiento de cual es el motivo de tal relación, es decir de que exista una mayor incidencia de los mismos (aparición de cólicos y presencia de otitis) en el caso de que el bebé se alimente con biberón.
Parece ser que en tales estudios se han puesto de manifiesto cuatro causas fundamentales que concurren en ello a saber, la creación de vacío en el biberón, el hecho de que el niño trague aire, la presión negativa que se origina en su oído y la oxidación de ciertas vitaminas (A,C E) durante la ingesta.
Todo ello se podría explicar de la siguiente manera: con el típico biberón convencional el bebé ha de luchar contra el vacío existente en el mismo succionando con mas energía para poder extraer su contenido lo que da lugar a que, en ocasiones, llegue a colapsarse la tetina (razón por la cual las madres de manera instintiva agitan o abren el biberón para que el niño pueda continuar alimentándose). Consecuencia de ello es el que se produzca una presión negativa en el oído del bebé (similar al creado cuando se intenta inspirar las mucosidades nasales) y un acumulo de secreciones en el oído medio con la consecuente aparición de una otitis. Todo ello se halla favorecido por el hecho de que en el bebé las trompas de Eustaquio, al presentar anatómicamente una menor inclinación, hacen más difícil el normal drenaje de las mismas.
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