La deshidratación en los niños da lugar a un sintomatología temprana que ayuda a su reconocimiento y facilita la posibilidad de actuar de inmediato para remediarla.
Podemos decir que hay 5 síntomas que nos indican que existe una deshidratación:
- Sequedad de boca.
- Pérdida de apetito.
- Disminución de la producción y por tanto emisión de orina.
- Sensación de mareos
- Ausencia de la elasticidad de la piel (piel seca).
Ante tales síntomas que hacen presumible una inminente deshidratación y hay que ofrecer al niño líquidos muy a menudo (sin esperar a que los pida) durante y después de haber practicado cualquier actividad o ejercicio físico.
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