Llevar a los niños a que gocen de las delicias de la “montaña” (aunque sea un día, una tarde o unas horas), además del placer y la diversión que ello significa , implica que los padres o acompañantes tengan presente aquellos riesgos que pudieran presentarse en un momento dado para así evitarlos o al menos minimizarlos.
Índice del artículo
Protección solar↑
El “protegerse del sol” es uno los principales objetivos que hay que tener en cuenta si el día escogido para llevar a cabo tal paseo por la montaña es más bien caluroso o soleado.
En general es importante el evitar o minimizar la exposición prolongada al sol en las horas centrales del día (entre las 10 y las 4 de la tarde) pues los rayos del sol a estas horas son más intensos. Sin embargo no hay que olvidar que igualmente hay que protegerse aunque el cielo esté nublado pues es bien conocido que las nubes dejan pasar el 70% de los rayos solares. En todos estos casos el principal objetivo es evitar la típica insolación, razón por la que es preciso tener en cuenta los siguientes recomendaciones.
- Recomendaciones de seguridad a tener en cuenta…
- Buscar sombras en los espacios abiertos y utilizar ropa ligera que cubra la mayor parte del cuerpo (camiseta con manga larga por ejemplo)
- Ir con gorra o con un sombrero a ser posible de ala ancha.
- No olvidar nunca la cantimplora o la botella de agua ya que en días especialmente calurosos o húmedos es preciso beber mucho agua para evitar la deshidratación. En este sentido es importante vigilar que el niño beba mucho agua.
- Utilizar protectores solares (filtros solares) en forma de cremas o lociones siempre que el niño este expuesto al sol más de 30 minutos con un factor de protección adecuado al tipo de piel y exposición.
- Hay que tener presente que el aplicar los factores de protección con mucha frecuencia no prolonga su acción.
- No olvidar que en los niños pelirrojos o rubios con ojos claros o con pecas deben ser más cautos con el sol y por tanto precisan más protección.
Insolación↑
Si un niño ha estado expuesto al sol sin las debidas protecciones puede ser víctima de una insolación. Ahora bien a pesar de lo que indica su nombre la insolación no esta forzosamente relacionada con el sol pues en ocasiones puede presentarse después de una exposición excesivamente prolongada a una atmósfera cálida y húmeda. La insolación se desencadena cuando el cuerpo es incapaz de regular su temperatura mediante la transpiración.
La insolación se caracteriza por la presencia de nauseas y vómitos, piel caliente, ausencia de sudor, cara enrojecida, elevación de la temperatura corporal, dolor de cabeza, malestar, agitación y en ocasiones pérdida del conocimiento.
En estos casos el niño debe ser acostado ligeramente incorporado debajo de cualquier sombra o lugar fresco y bien ventilado) A continuación deben aflojarse sus ropas para que así respire mejor y aplicarle compresas de agua tibia en la nuca, cara y pecho ya que ello permitirá que la temperatura de su cuerpo descienda debido a que el agua se va evaporando sobre la piel.
Hay que tener la precaución de no utilizar bolsas de hielo ya que es indispensable, en estos casos, que la temperatura corporal descienda gradualmente.
Si el niño presenta vómitos, es preciso, para prevenir su aspiración, colocarlo en la llamada posición lateral de seguridad o simplemente acostarlo sobre un lado de su cuerpo.
La ropa y el calzado↑
Es importante que tanto las ropas como el calzado sean los adecuados. En estos casos son preferibles las ropas de fibras naturales fáciles de poner y sacar (dependiendo de las alteraciones térmicas a lo largo del día).
Es importante pues utilizar camisas o camisetas con manga larga y pantalones también largos (introducidos dentro de los calcetines largos) y llevar ropa de colores claros ya que ello facilitará la localización de los insectos o garrapatas que puedan haberse depositado en ella.
Por lo que respecta al calzado hay que procurar que sea confortable y que asegure un buen apoyo del pie en el suelo (suela dura) para evitar torceduras en terrenos irregulares.
Aunque no es imprescindible, es conveniente llevar una manta para extenderla en el suelo en el caso de que los niños quieran descansar, ya que ello evitará el que los niños estén en contacto con hierbas que pudieran causarle (en caso de ser alérgico a ellas), urticarias o erupciones cutáneas.
No hay que olvidar llevar consigo un impermeable para proteger a los niños en caso de lluvia o de viento que pudieran aparecer de repente.
Presencia de animales↑
La existencia de algunos animales característicos de estos lugares tales como abejas, avispas, mosquitos, escorpiones, arañas y serpientes etc. y también de aquellos otros considerados amigos como los perros y los gatos hay que considerarlos como un riesgo potencial a tener en cuenta.
Los repelentes de insectos↑
El uso de los repelentes de insectos es de gran utilidad pues pueden evitar ciertas picaduras, que si bien en muchas ocasiones carecen de importancia alguna, hacen incomodo el paseo por el campo. El repelente de insectos más seguro es llevar la ropa adecuada, razón por la cual se recomienda cubrirse la cabeza y cuello con un sombrero de ala ancha y protegerse adecuadamente los tobillos y las muñecas.
Recomendaciones de seguridad a tener en cuenta:
- Es conveniente no olvidar el tener en cuenta una serie de recomendaciones antes de aplicar repelente alguno.
- Escoger aquel repelente que entre sus propiedades incluya eficacia sin riesgo de toxicidad (composición sin alcohol especialmente formulado para la infancia) amplio espectro, de utilidad para toda clase de insectos (tales como moscas, mosquitos, tábanos, avispas etc.), posea una protección frente a resistencias, sea fácil de aplicar y manifieste su acción a dosis bajas sin causar molesta alguna, no estropee los tejidos, tenga agradable fragancia y de lugar a una sensación de frescor.
- Para evitar la irritación de la piel todo repelente debe aplicarse sobre la ropa aplicando en una esquina de la misma una escasa cantidad para comprobar si decolora la tela. En aquellas áreas de la piel expuestas (sin protección alguna) también debe aplicarse el repelente (aunque no más de dos veces al día). Existen repelentes cuya protección dura unas 7 horas.
- En caso de utilizar tanto un protector solar como un repelente de insectos es preciso aplicar primero el protector y esperar unos 30 minutos antes de llevar a cabo la aplicación del repelente.
- En los niños menores de dos años y en el transcurso de 24 horas no se recomienda aplicar más de una vez repelente alguno.
- Solo aplicar el repelente en la ropa o piel expuesta teniendo cuidado en proteger los ojos.
- Evitar productos con altas concentraciones de principio activo.
- Nunca inhalar ni ingerir repelente alguno. No poner el repelente en las, manos de los niños pues es posible que de froten los ojos o se lleven los dedos en la boca.
- Limpiar los restos del repelente de la piel una vez haya pasado el riesgo de ser picado por un insecto.
- Limpiar los restos del repelente presentes en la piel una vez haya pasado el riesgo de ser picado por un insecto.
Las plantas silvestres↑
No hay que olvidar que la presencia de ciertas plantas pueden representar un peligros al ser ingeridas o al entrar en contacto con la piel.
Es preciso pues vigilar a los niños para que no toquen ni ingieran planta, baya o vegetal desconocido alguno. Lo ideal sería saber distinguir las plantas venenosas de aquellas que no lo son.
Es imprescindible llevar siempre un estuche de primeros auxilios y saber como utilizarlo. No debe olvidarse nunca.
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EL NIÑO Y EL CAMPO
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