El recién nacido suele dormir muchas horas (unas 16 o 17 horas al día) repartidas en nueve horas durante la noche y el resto durante el día en pequeñas siestas.
A los tres meses tales horas se reducen aproximadamente a unas 15 , a los nueve meses en 14 y a los 12 meses en unas 12 con la tendencia a dormir más horas durante la noche que durante el día.
Hay que tener en cuenta que en el caso de que el bebé no siga las horas de sueño ,que como pauta se han señalado anteriormente (es decir no haya descansado la horas que necesita), la calidad del mismo es lo importante pudiendo ello manifestarse a la mañana siguiente por estar alegre y activo .
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