Hay lactantes que sudan profusamente durante cada toma de pecho o del biberón, lo que preocupa e intranquiliza a los padres.
Otros niños a lo largo del día (o durante el sueño) suelen estar empapados de sudor nocturno sin causa aparente que lo justifique. Sin embargo ello no constituye ningún síntoma de alarma.
El cuerpo humano mantiene una temperatura constante gracias a ciertos mecanismos reguladores denominados termoreguladores los cuales tienen la misión (tal y como su nombre indica) de regular tanto los cambios de temperatura y humedad ambientales como el calor generado por el ejercicio físico. La sudoración en los niños (al jugar o acostarse) tiene por objeto eliminar el calor que se genera por su actividad a lo largo del día.
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El que la madre fume puede ser negativo para la lactancia. Ciertos estudios llevados a cabo unas dos semanas después del parto en 40 madres de bebés prematuros, pusieron de manifestó que en las madres que fumaban unos 10 cigarrillos al día la cantidad de leche producida era un 20 % menor que en las madres que no habían fumado en absoluto. Continuando el estudio se demostró que al cabo de otras dos semanas las madres fumadoras producían menos de la mitad de leche que las madres no fumadoras (grupo comparativo).
